PAUL AUSTER NUNCA ESTUVO EN EL CALAMAR BRAVO
En la calle Moneva pasan cosas extrañas. El otro día me pareció ver a Paul Auster comiéndose un bocadilllo de calamares, pero me equivoqué. No era él, se trataba de un tipo que se le parecía. Tenía cara de escribir en inglés y de fumar como los ángeles negros
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