EL BOTE DE RAFATXU
Rafatxu es impredecible. El viernes estuvimos comiendo croquetas y raciones de longaniza. Le pregunté por su nuevo trabajo en el mundo editorial. Va bien dentro de lo bien que puede ir un trabajo. Me comentó que han puesto un bote en el que hay que echar diez céntimos cada vez que alguien hace un chiste malo. Una multa por los lugares comunes y las ocurrencias a destiempo. Llevaban tres días y ya sonaba. También me contó que igual acude a la inauguración de un piso de una amiga suya en Frankfurt. Con Rafatxu nunca hay que descartar ningún plan por estrafalario que parezca, como mucho hay que dudar de los aparentes.
Desde el viernes llevo pensando en el bote de Rafatxu. Cada vez que escucho a alguien cuyo sentido del humor deja desear más que la situación deportiva del Zaragoza, tarareo mentalmente la canción Money de Pink floyd y añado un Euro a un fondo imaginario. Desde el fin de semana he acumulado una buena suma. Los actos de la campaña preelectoral han sido fundamentales en la escalada recaudatoria, pero también mis propios pensamientos.
El bote de Rafatxu me hace pensar en el aforismo de Gracían "son tontos todos los que lo parecen y la mitad de los que no". Y Yo incluiría "y nosotros mismos".
2 comentarios
jcuartero -
SantIP -