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SURCANDO LOS CIELOS

SURCANDO LOS CIELOS

 

Esta noche he dormido cerca de doce horas, más de lo que había hecho desde el el miércoles. La vorágine del rodaje me ha cogido desentrenado, debe ser que me estoy volviendo mayor. Al madrugar por las mañanas, con ojeras y legañas en los ojos, tenía el convencimiento de que el último Gin-Tonic había sobrado. La vida social que conlleva el corto me ha retotraído al ritmo que llevaba hace dos años y medio. Me lo he pasado en grande y he vuelto a valorar al Ibuprofeno como uno de los grandes inventos de la humanidad durante el Siglo Veinte.

El sábado fue excepcional. El gran trabajo de la gente de Capitanía (por muchas veces que demos las gracias nos quedaremos cortos) aligeró el rodaje hasta tal punto, que pudimos grabar unas imágenes en un ascensor de los de cabina de madera, del que todavía no habíamos hallado la localización. La mayor parte de la mañana nos la pasamos en el antiguo despacho del Estado Mayor. La marquetería de roble produce el aspecto de otro tiempo, así con una ambientación no demasiado recargada se logra el efecto de los convulsos años treinta. Ni Julio ferrer ni yo mismo hemos estado  en el despacho de Fatás, pero el fotógrafo que vino a cubrir gráficamente la entrevista que le hizo Mariano Garcia a Juanjo de la Iglesia nos dijo que se parecía bastante. En la contraportada del Heraldo de ayer se puede apreciar el Despacho del Redactor Jefe que aparece en nuestro corto. Tuvimos que tapar la imagen actual del Rey (no pudo ver ninguno de los planos interpretados por los actores,  qué vaya al cine)  por un facsimil del primer número del Heraldo. Sobre la mesa colocamos un telefono de baquelita negra, de la época  en que Telefónica todavía tenía algún encanto, que hacía juego con el material  de oficina de los años treinta y dos primeras ediciones intonsas de Benjamín Jarnés "La teoría del Zumbel" y "La vida de San Alejo". Prometo leerlas cuando acabemos.

Como J. Obón lo tenía todo bien estudiado, el rodaje termino a las tres y media. Todavía quedaba lo más duro trasladar  el equipo de trabajo a la casa de Julio Ferrer, un cuarto sin ascensor, que es donde se rodaba a la mañana siguiente. El pequeño apartamento de la Calle Santa Isabel, es una puerta al pasado, está repleto de objetos fascinates que poseen la capacidad hipnótica de la maga Circe. Me quedaría horas y horas viendo los dibujos originales de Cocteau que cuelgan de las paredes o rebuscando entre las estanterías atiborradas de primeras ediciones, que parece que van a sucumbir por todo el peso literario que soportan. Los últimos trayectos a casa de Julio cargado con unos focos de más de veinte kilos se hicieron tan pesados como los metros finales de la ascensión de un ochomil. Cinco por cuatro son veinte pisos de Sherpa cinematográfico. Ni J. Obón ni J. Cuartero subirán nunca el Kachenjunga 

A las cinco y media por fin nos fuimos a comer con Juan Anillo (Actor, Director de Actores, productor y sin Quien este rodaje se hubiese quedado tan poco interesante como un café descafeinado con sacarina) y Juanjo de la Iglesia.   Juanjo de la Iglesia es tal como aparecía en la mesa de CQC. Es un tipo que se interpreta sí mismo. Nos decía que tenía dos registros, con sus gafas o con gafas de época, sin embargo clavó su papel de jefe autoritario. Las gafas fueron lo único que le pidió a Juan Anillo, sin ellas no se reconoce. Le pasa lo mismo que a Sansón con su cabello, pierde su esencia. Son su una muestra inequívoca de su personalidad, sin ellas se encuentra vacío. Nos contó muchas cosas con esa voz portentosa de locutor de radio, forjada con horas y horas frente a los micrófonos. Nos sedujo con las anécdotas de una cena con Tim Robbins en la que el estadounidense comía con vodka o unos guiones radiofónicos en clave de humor sobre la Momia, en concreto el capítulo "La Momia va al Urólogo", que nunca mejor dicho estuvo a punto de hacernos mear de risa. Juanjo tiene una cultura vastísima que le permite tener una conversación  muy variada, desde el teatro de postguerra a Petrucciani tocando el piano delante del Papa. Por la noche en la Casa del Loco  hubo gente que lo reconoció. Algunos se le acercaron de forma correcta y otros fueron unos auténticos plastas. Tras  uno de los de la segunda clase  me dijo que lo que había hecho ese tipo era la definición de "brasa" que está en el Museo de Pesos y Medidas de París.  

El resto de actores estuvo a un gran nivel, Jorge Sorrosal, José Carlos Álvarez, Fernando Soriano y Carmen Pascual interpretaron a las mil maravillas. Juan Anillo sabía darles matices que enriquecían su actuaciones. Jorge Sorrosal, que es el protagonista, es ideal para poner cara de tipo honrado al que le van a engañar una y otra vez.

El domingo rodamos la partida del "7 1/2" en la casa de Julio Ferrer. La noche se había alargado más de la cuenta. Yo me había ido a dormir cerca de las 6 de la mañana y parte del equipo de rodaje maldurmió una hora en la propia habitación en la que íbamos a rodar. Los participantes de la timba debían beber Cognac, rellenamos una botella vieja de Terry con Té calentito.  Convertimos el Terry en "Té Rry". Si  el Cognac que bebieron los personajes hubiese sido de  verdad habrían acabado con una resaca similar a las que teníamos los que grabábamos, todos menos J. Millán que es un profesional y no se dejó arrastrar por el homenaje que hicimos a John Huston.

Todavía nos queda mucho por hacer, mucho cielo que surcar; pero tenemos la certeza que cada día nos divertimos más y mejoramos un poquito. Puede que dentro de tres semanas grabemos una escena de cama que sucede en un Hotel de Frankfurt.

P.D. Grandes agradecimientos a la Cafetería Cervantes. El catering del viernes y la cena del Sábado corrió por su cuenta. Nos comimos todo y estaba bien rico. Si queréis tomar algo, allí os tratarán estupendamente.

#La imagen corresponde a un sello ruso que conmemora el paso del Graf Zeppelin sobre Moscú

4 comentarios

Chuso -

Gracias a todos por los animos.

jcuartero -

No quiero cambiarle el apellido a nadie (aún me acuerdo de un José Antonio Aracón). Ya está modificado, pero peor hubiese sido Yon Jiuston.

Toni -

Bonita crónica. Ya ardo en deseos de ver esta película. Únicamente, por ser un poco petardo, jejeje, decirte que es John Huston, no Houston; un error habitual por otra parte. Los cinéfilos somos muy quisquillosos con estas cosas, jejeje.

Un gran abrazo

PD: Y olé por el que impone rigor, FJ Millán.

Chorche -

Doy Fe.