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LA VIDA DE CARTIER-BRESSON EN BLANCO Y NEGRO. ARIZA A TRAVÉS DEL OBJETIVO DE UNA LEICA

LA VIDA DE CARTIER-BRESSON EN BLANCO Y NEGRO. ARIZA A TRAVÉS DEL OBJETIVO DE UNA LEICA

L.M. Ortego, detective del Patrimonio, el Sam Spade del Gótico aragonés rastrea todas las casa de subastas, a ambos lados del Atlántico, en búsqueda de tesoros emigrados. Tesoros de los que un día perdimos la contancia de su existencia y que los catálogos nos devuelven en forma de lote sobre el que pujar. Ortego me comenta que ha encontrado en Christie´s New York una fotografía que Cartier-Bresson tomo en Ariza en 1953. Una serie de tejados con las huellas evidentes del paso del tiempo sirven de decorado a dos niños que parecen sombras esquemáticas, que a su vez proyectan sombras sobre las calles sin asfaltar. La imagen me recuerda a las reconstrucciones de Çatal Höyük. Cartier Bresson es mi fotógrafo favorito. Sus retratos son para mí las imágenes oficiales de la cultura europea de los Cuarenta y Cincuenta. Camus resaltando sobre un fondo desenfocado. Matisse atendiendo a sus palomas. Duchamp fumándose un puro. Es difícil evocar a ciertos creadores y no visualizarlos a través del objetivo de la Leica de Cartier-Bresson. Por otro lado, la imagen del niño con cara de pillo que lleva dos botellones de vino tinto  hizo  que me apuntase a un curso de fotografía en Spectrum.

Henri Cartier Bresson tiene el honor de haber recibido una exposición antológica póstuma en vida. El compromiso silencioso con la libertad le llevó a ser prisionero de los nazis y pertenecer a movimientos de la resistencia contra el invasor alemán. Fue uno de los fotógrafos que inmortalizó la liberación de parís. La ciudad ardiendo. Las promesas de días de Borgoña y Camembert sobre manteles de cuadros rojos. Toda su actividad durante el conflicto bélico llevó al MOMA a pensar que había fallecido en acción. El Mueso neoyorquino le quiso rendir homenaje con una restrospectiva. Cuando Cartier-bresson se enteró, viajó a Manhattan para supervisar su exposición póstuma. Fue como asistir a su propio entierro.

Es en nueva York donde el 14 de febrero se subastará la fotografía de Ariza. Hoy en día Christie´s Nueva York se levanta decadente en la Rockefeller Plaza. Tiene el encanto de los dormitorios de maderas nobles. Las azafatas de la recepción sonrien como si fueran modelos y te regalan fotocopias con los números de los lotes. El septiembre pasado estuve a punto de asitir a una subasta de Botellas de Vino singulares, pero al final preferí ir con mis fotocopias de Burdeos míticos a visitar el vestuario de los Knicks y subirme a la báscula en la que pesaron a Mohammed Alí cuando ganó a Frazer el título de los pesados.

3 comentarios

Jcuartero -

Se inaugura un nuevo concepto de la tenencia de obras de arte, "la multipropiedad patrimonial". Ariza tiene 1385 habitantes, si cada uno pusiese 10€ se llevaban la fotografía a la ribera del Jalón.

juan pardo -

yo sólo doy mi autógrafo

El señor de las subastas -

El Cartier siempre llama dos veces. Doy 50 euros y un autógrafo de Juan Pardo para la colecta para comprar la foto de Ariza.