EL ÁRBOL DE NAVIDAD Y EL BDSM
Hay días que son muy raros. Hay días que tienen una tónica dominante y que de repente cambian como por arte de magia. El lunes era un día de lo más acaramelado, todo dulzura. Había salido salido el sol mañanero de Calahorra y la gente sonreía por las calles. Los vendedores de castañas asadas saludaban a los niños. Contagiados del espíritu navideño, Silvia y yo, fuimos a comprar un árbol para colgar bolas doradas y rubíes. Una cinta burdeos que daba la vuelta al perímetro de las ramas. Elegimos en árbol más grande, dos metros diez centímetros. No descartamos cedérselo al CAI zaragoza a partir de Enero, lo único que como está fabricado en Vietnam ocupará puesto de no-comunitario. Volvimos a casa, colocamos con cuidado los adornos en lugares estratégicos para que se viesen mejor y decidimos bajar a comprar más ornamentos, que nuestro abeto no era lo suficientemente barroco. En ese momento el día tuvo un punto de inflexión.
Tras comprar un reno colgante nos fuimos al cine. La temática de El Perfume chirriaba con el día almibarado que llevábamos, pero no hacía presagiar lo que verían nuestro ojos después. Al llegar a casa nos dieron una mala noticia por teléfono y por la noche iluminados con las luces del árbol navideño, cuando el cansancio del día comenzaba a vencencernos, nos pusimos a ver Documentos TV. Me encanta escuchar la banda sonora del programa antes de que Pedro Erquicia nos dé las buenas noches. El programa iba sobre el Sadomasoquismo en España. Resulta que la reina del sadomaso nacional es una señora de Ariño. Antonia Serrano o Dómina Zara, una turolense que ostenta el liderazgo de las amas dominantes del BDSM en el Estado español. Era desasosegante verla vestida con atuendos pseudomilitares del ejército prusiano, mientras sujetaba una fusta en la mano y daba clases a un ama "becaria", casi desnuda, a la que trataba de Vd. Le estaba enseñando a golpear a un señor encapuchado que disfrutaba cada golpe. Lo más extraño del todo es que Domina Zara todavía conserva el acento del Bajo Aragón. Nunca me había imaginado a una Venus de las pieles con acento del nuestro. Me recordó a otro vecino de la zona, Manuel Pizarro. Creo que en ese justo momento el día perdió todo su cariz navideño. Apagué las luces del árbol y me fui a la cama.
#La imagen corresponde a un vivero de árboles de navidad en Carolina
1 comentario
El señor de los cueros -
Lo que me extraña es que Sade y Sacher-Masoch no fuesen uno ribagorzano y el otro alcañicense, un suponer