TROMPE L´OEIL
En el año 2003 estuve de vacaciones en Túnez. Formaba parte de uno de esos viajes organizados que a priori no tienen encanto alguno. Por las mañanas se visitaban los hitos turísticos del país, al atardecer se descansaba en hoteles de cinco estrellas, en los que los camareros llevaban chaqueta y pajarita pese a los cuarenta grados de tiranía del sol africano. En el restaurante de uno de estos hoteles, que parecía un barco encallado en medio del desierto, coincidí con lo que se denominaba como la Noche Española. Los cocineros iban disfrazados como toreros trasnochados y las camareras con vestidos de lunares y volantes sobre zuecos negros. Los platos mostraban una imagen exterior impecable, (no tenía ninguna intención de probarlos, si estaba en el extranjero prefería degustar la gastronomía local) las tortillas de patata parecían académicas y la paella tenía un aspecto levantino que no desentonaría en la Malvarrosa. Uno de mis acompañantes, cansado de las especias tunecinas, llenó su plato con los alimentos folclóricos. Camino de nuestra mesa sonreía por dentro pensando en las texturas conocidas que iba a saborear. Nos sentamos, se llevó el tenedor a la boca y sacó la comida de la boca con un gesto de decepción absoluta.
El 28 de enero encargué un roscón de San Valero en el exilio, en esta zona de la Ribera se impone el roscón de San Blas. Era demasiado tarde para que tuviese los requisitos de un roscón de verdad. En la pastelería me informaron que con tan poco tiempo me podrían hacer un roscón pero de masa de hojaldre. Acepté resignado, mejor un roscón de pega que un San Valero sin postre ni viento. El día 29 fui a recoger mi encargo, se trataba de un roscón, pero no era el de San Valero. Reconozco que al verlo me decepcionó, una capa de almendras laminadas coronaba el hojaldre, no había azúcar glasé por encima. Hasta eché de menos las frutas escarchadas, que normalmente no me como y envuelvo con la servilleta de papel para tirarlas a la basura. Llegué a casa, abrí el envoltorio y probé el roscón de pega....Estaba bueno
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